Las Leica de uso científico

Una breve guía en working progress

1.    Introducción

a)   En el principio, el microscopio

Desde la época de la invención del microscopio (del griego mikròs, pequeño, y skòpein, mirar) por van Leewenhoek[i], el progreso tecnológico

Anton Van Leewenhoek, inventor del microscopio
Anton Van Leewenhoek, inventor del microscopio

aceleró sus pasos de manera exponencial en todos los campos del conocimiento y la cultura. Por una coincidencia excepcional de temperamento, presencia en el suelo de tierras áridas ricas en silicatos y espíritu empresarial, fue en la Alemania del Siglo XIX y sus alrededores inmediatos donde nacieron y se desarrollaron las fábricas más importantes en innovación y en calidad de instrumentos ópticos. Cada vez que hoy día pensamos en microscopios de gran calidad, pensamos en Ernst Leitz de Wetzlar, Carl Zeiss de Jena  y Wild de Heerbrugger. Las primeras dos ciudades, en Alemania, y la tercera en Suiza, no lejos de la frontera bávara.

Siguiendo esa tradición, en la segunda mitad del Siglo XX aparecen Möller-Wedel, Haag-Streit y finalmente Siemens en el área de los microscopios ópticos.

En 1869, el ingeniero Ernst Leitz[ii], quien contaba con un pasado como aprendiz en el

Ernst Leitz I, fundador de la Ernst Leitz de Wetzlar, inicialmente fábrica de microscopios
Ernst Leitz I, fundador de la Ernst Leitz de Wetzlar, inicialmente fábrica de microscopios

famoso taller de relojería de Matthäus Hypp en Suiza y quien había sido contratado por la Kellner [iii]en Wetzlar para perfeccionar su línea de microscopios, con sólo 29 años, fundó el Optisches Institut von Ernst Leitz. Dedicado en un primer momento a la fabricación de microscopios, rápidamente adquirió fama gracias a la pericia técnica de Leitz y a su estimable capacidad organizativa como empresario, que lo llevó a pasar de la fabricación manual pieza por pieza a la fabricación en masa.

La producción se diversificó para incluir otro instrumental científico, y ya en el catálogo de 1885 apareció un aparato para el registro de imágenes microscópicas, primer ingreso de Leitz en el campo fotográfico. En los últimos quince años del Siglo XIX, la casa se orientó cada vez más hacia la fabricación de equipos de microfotografía, dejando atrás el diseño artesanal en favor de un concepto científico de diseño aplicado por expertos, una política que iba a ser constante a lo largo de la historia de la firma y que se reflejaría en cada producto concebido por ella.

Un microscopio monocular Leitz de 1890
Un microscopio monocular Leitz de 1890

Al mismo tiempo, y gracias a la vecindad de la Universidad de Giessen, en cuyos simposios anuales se presentaban los avances tecnológicos al servicio de la investigación, se adoptó también la política de obsequiar instrumentos a científicos e instituciones ilustres, generalmente con un número de serie «especial».

Hacia 1911, Oskar Barnack [iv]fue invitado a unirse a la empresa, dejando su trabajo en la Zeiss de Jena. La Leica y en práctica la fotografía en 35 mm. estaba a punto de nacer.

Un autorretrato de Oscar Barnack hacia fines del Siglo XIX
Un autorretrato de Oscar Barnack en 1914

b)   Cámaras de placa 13×18 para uso científico

Inicialmente, la producción de cámaras Leitz para uso científico, en práctica cámaras para el registro de las imágenes producidas por instrumentos ópticos como los microscopios, o cámaras para ser usadas específicamente a distancias reducidas ( denominadas respectivamente cámaras microfotográficas y macrofotográficas), se restringía a dispositivos de placas en formato 13×18 cm. El hijo mayor de Ernst Leitz, Ludwig, fue el encargado de la adaptación de los aparatos fotográficos en la empresa, entre 1890 y 1903.

En un primer momento, se trataba de cámaras de madera y bronce, dotadas de fuelle

Una cámara de fuelle para Petrografía, montada por Ludwig Leitz hacia 1909
Una cámara de fuelle para Petrografía, montada por Ludwig Leitz hacia 1909

para el enfoque, y que se montaban directamente sobre el tubo ocular del microscopio, para ser usadas por el método de proyección. El enfoque se realizaba sobre una pantalla de papel translúcido o sobre un despulido, según el modelo.

En un segundo tiempo, se desarrollaron cámaras enteramente construídas en metal y basadas en el adaptador MIKAS con portaplacas de 13×18 cm.

Se fabricaron también cámaras macrofotográficas, para las que se desarrollaron una serie de objetivos especialmente corregidos para la toma a distancias reducidas, como el Macro-Summar y el Milar, con distancias focales entre 50 y 105 mm.

c)    El adaptador para microfotografía MIKAS[v]

Ya en producción desde finales del Siglo XIX, el MIKAS constaba de un tubo cónico de acople para la cámara, a cuyos extremos se encuentran de un lado una rosca macho para la montura de la cámara, y en el otro un partidor de imágenes, un obturador de tipo central y un tubo de acople para el ocular del microscopio. La longitud del tubo cónico estaba calculado para dar una magnificación de 1:3 X. El partidor de imágenes estaba basado en un sistema prismático con un ocular con corrección de dioptrías y retícula micrométrica para el enfoque de la imagen producida por el microscopio. El obturador, un Ibsor con velocidades de 1 seg a 1/100 o 1/125 de segundo, disponía de su propio disparador, al que se le podía agregar un cable disparador o un dispositivo de tiempo para exposiciones prolongadas.

Un adaptador microfotográfico MIKAS con obturador incorporado Prontor-Press, foto cedida por gentileza especial de nuestros amigos de Photo Arsenal (http://www.arsenal-photo.com)
Un adaptador microfotográfico MIKAS con obturador incorporado Prontor-Press, foto cedida por gentileza especial de nuestros amigos de SH-Photo GMBH (http://www.arsenal-photo.com)

El adaptador de microfotografía MIKAS, con pocas modificaciones, siguió en producción prácticamente hasta principios de la década del ’60, adaptado para las líneas de cámaras de cada época, existiendo en versiones para cámaras con montura a rosca y a bayoneta M (MIKAS-M).

2.    Leicas de lente fija y de montura a rosca

a)   La primera Leica de uso específico: Mifilmca y Kafilmca

Paralelamente al desarrollo de la Leica en la primera mitad de la década del ’20 se verificó el mejoramiento de la calidad de las películas de 35 mm, lo que permitió concebir una cámara para uso científico basada en ambos elementos.

La «Mifilmca», primera cámara de uso específicamente microfotográfico en el floreciente formato de 35 mm, estaba basada en el cuerpo de la Leica I(B), también llamada Leica Compur, unida de manera permanente a un adaptador cónico de metal y a un divisor de imágenes con ocular micrométrico para el enfoque y dotada de un obturador Ibsor para la exposición (el MIKAS ya existente).

Hubo pocas variaciones a lo largo de la producción de esta cámara, siendo la más relevante la adopción en 1932 de la montura estandardizada, lo que permitió usar un adaptador MIKAS genérico con tubos de extensión de varios aumentos (1/3x, 1/2x y 1x, códigos GIIEF, GIIMW y GIINK, respectivamente) y que podían ser adquiridos por separado, ampliando la versatilidad del sistema. Junto a esta variación, el nombre de la cámara se cambió a «Kafilmca» para distinguirlo del modelo anterior, permanentemente fijado al adaptador MIKAS.

En ese mismo año, el lanzamiento al mercado de la Leica Standard marcó el fin de la producción de la Mifilmca/Kafilmca, ya que junto al MIKAS separado, se obtenía la misma funcionalidad, con una significativa optimización de la línea de producción. Siendo la Standard una cámara concebida para uso general desde un principio, escapa su descripción a los límites de este trabajo.

b)   La Leica Roentgen, o X-Ray Leica

Hacia finales de la década del ’30, se comenzó a producir una cámara especialmente modificada para fotografiar las pantallas de fluoroscopia. Debido a que éstas son de formato cuadrado, las cámaras usaban el formato 24×24, permitiendo así 50 exposiciones durante una sesión de radioscopía. Existen grandes variaciones dentro de esta línea de cámaras, ya que se adaptaban en cada caso específico al aparato fluoroscópico que debían fotografiar. En casi todos los casos contaban con dispositivos de avance rápido, ya sea propios de Leitz, como el SCNOO, o dispositivos de acople a mecanismos motorizados ya presentes en los aparatos a los que se adaptaban. Sin visor ni lente, con una montura de tipo bayoneta con palanca de ajuste, estaban basadas en el cuerpo de las primeras Standard. Una R antepuesta al número de serie identificaba estas cámaras sobre la placa superior del cuerpo.

Un segundo modelo de Leica para fluoroscopia fue desarrollado en la Ernst Leitz de Nueva York bajo pedido de la Westinghouse corporation en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, ya que la provisión de equipos desde Wetzlar había cesado. Basadas en la misma cámara, la Standard alemana, éstas eran del formato sin modificar de 24×36, estaban dotadas de un Leitz Xenon 50/1.5 de foco fijo y cuerpo modificado, y tenían la sigla «NY» precediendo el número de serie.

c)    Leica Ic

De manera análoga a la coexistencia en tiempos de preguerra de varios modelos de la misma línea, uno sin telémetro, un segundo con telémetro pero sin mecanismo de velocidades bajas y finalmente, un tercero y completo de todos esas especificaciones, en la postguerra se siguió con esa diversificación en la producción.

En 1949 se lanzó una versión simplificada de la contemporánea Leica IIIc, pero sin visor ni mecanismo de velocidades bajas, dirigida al uso científico y denominada Leica Ic [vi](OEGIO).

Con un total de 12.000 unidades fabricadas, hubo pocas variaciones en la terminación, habiendo sido algunas de las primeras recubiertas con un tipo de vulcanita conocido por los coleccionistas como «shark-skin» [vii]por su similitud con la piel del tiburón. Dotada de dos zapatas de accesorio de medida estándard en la tapa superior, podía ser usada también para fotografía general agregándosele el objetivo, un visor y un telémetro suplementarios.

d)   Leica If

Una rarísima Leica IF "Monté en Sarre", Dial Negro, armada en la factoría francesa de Saroptico, en la región del Saar bajo ocupación francesa en 1951
Una rarísima Leica IF "Monté en Sarre", Dial Negro, armada en la factoría francesa de Saroptico, en la región del Saar bajo ocupación francesa en 1951. Se ve en la parte frontal el socket para el cable del flash, característica renovada de la serie I/II/III F.

En 1952, la línea «c» fue suplantada por la línea «f», cuya característica sobresaliente fue la inclusión de un mecanismo de sincronización para flashes de bulbos o electrónicos. El correspondiente modelo de uso científico fue la Leica If (código OEFGO), con variaciones en el color de los números del dial de sincronización, siendo unas pocas primeras en negro y las últimas en rojo («dial negro» o «dial rojo»). A diferencia de la Ic que tenía como velocidad máxima 1/1000, la If llegaba sólo hasta 1/500. El enchufe para el cable de sincronización con el flash ocupaba el centro del lugar originariamente destinado al dial de las velocidades bajas en la IIf y IIIf.

e)    Leica Ig

Leica Ig, derivada de la Leica IIIg, sin visor ni telémetro
Leica Ig, derivada de la Leica IIIg, sin visor ni telémetro

Finalmente, en 1957, la If fue discontinuada en favor de la Ig (Código OCEGO), derivada de la correspondiente IIIg, la última cámara con montura a rosca producida en Wetzlar. La Ig fue retirada de la fabricación recién en 1963. Es la única de las cámaras científicas con montura a rosca que tiene mecanismo de velocidades lentas de fábrica, aunque algunas Ic y If habían sido adaptadas con ese mecanismo bajo pedido para finalidades específicas.

En 1959, algo menos de 70 Leica Ig, denominadas más tarde «Leica Ig Special», o “Leica Ig Siemens”, fueron modificadas especialmente a pedido de la firma alemana Siemens, para ser usadas en el registro de mediciones eléctricas y para ser adaptadas al microscopio electrónico que la misma compañía fabricaba y comercializaba. Dotadas de un sistema de acople al mecanismo motorizado de avance de la película de este microscopio, y sin zapatas de accesorios ni dial de velocidades bajas, son una interesante y rara variación de aplicación específica.

Una rara IIIg Spezial o IIIg Siemens, dotada de algunas modificaciones para ser montada en el microscopio electrónico Siemens
Una rara IIIg Spezial o IIIg Siemens, dotada de algunas modificaciones para ser montada en el microscopio electrónico Siemens

f)    Leica 72

En 1954, se comenzó la fabricación de una cámara de medio cuadro, capaz de dar 72 fotogramas en un rollo de 36 exposiciones de 35 mm, destinada para ser usada en tareas de reproducción de documentos y registro de datos. El grueso de la producción se centró en la planta de Ernst Leitz Canada, aunque unas 33 cámaras fueron fabricadas en Wetzlar. Su desarrollo no obedeció a la moda del medio cuadro, que de hecho se desarrolló posteriormente, durante la década del 60 con cámaras como la célebre Olympus Pen, sino que fue concebida desde un principio como una cámara de uso técnico específico[viii]. Fabricada en muy pocos ejemplares, junto a las Leica 250, las Anastigmat, las Elmax, las MP[ix], las MP-2 y las M3 y M2 negras, la Leica 72 es hoy en día uno de los zénits de cualquier colección de Leicas, si es que se logra dar con una de ellas. Fue comercializada entre 1954 y 1960, aparentemente fabricada sólo bajo pedido, ya que la mayor cantidad que se produjeron en serie (en el mismo “batch”[x])fue de 4 en un año.

3.    Leicas de montura a bayoneta M

a)   Leica M1

En 1954 se presentó la Leica M3, un cambio radical en la línea de producción. La nueva cámara, con montura a bayoneta, cuerpo más grande y muchas otras evoluciones tecnicas respecto de la serie de cámaras a rosca, también fue acompañada por versiones simplificadas. La M2 tenía diferencias en el visor y en el contador de exposiciones, y en 1959 se lanzó al mercado la Leica M1 (Código KOOCT/10125M), basada en la M2, pero sin telémetro, leva de previsualización o autodisparador. Diseñada específicamente para ser usada en conjunción al dispositivo réflex “Visoflex” y en aplicaciones especiales, tomó el lugar de las cámaras previas adaptada a dispositivos de reproducción, acopladores para microscopio y demás.

b)   Leica MD

En 1963, la M1 fue reemplazada por la MD (Código 10101), una M2 ulteriormente simplificada, ya que se le anuló el visor. Su utilidad, como portarrollo con obturador era específica para aplicaciones científicas o industriales. Como accesorio, se proveyó una base especial con una hendidura para colocar tiras acrílicas con información específica a cada toma desde abajo. De esta manera, el formato efectivo utilizable del fotograma se veía reducido a 24×34, con 2 mm destinados al registro de los datos.

La producción total fue de 3216 cámaras en cuatro años, todas cromadas, menos unas pocas que fueron terminadas con pintura gris de tipo “martelè”, acopladas a un dispositivo Visoflex en igual color, y destinadas aparentemente a ser utilizadas en el retinógrafo[xi] Carl Zeiss a ser comercializado en los Estados Unidos a través del distribuidor de Chicago.

c)    Leica MDa

Una Leica MDa, basada en la Leica M4 (ex-colección Eduardo Albesi)
Una Leica MDa, basada en la Leica M4 (ex-colección Eduardo Albesi)

Con la evolución de los modelos, la línea M3-M2-M1 se discontinuó, tomando su lugar la famosísima M4. Al mismo tiempo, la MD cedió su lugar a la MDa, cámara con iguales características que la anterior, pero derivada obviamente de la M4. Con una producción de 14308 ejemplares, fue la Leica de uso científico que se fabricó en número más alto, con una vida de casi 11 años, desde 1966 hasta 1976. Todas en terminación cromada, parece haber sufrido pocas variaciones a lo largo de este tiempo, ninguna de relevancia.

d)   La Leica MD-2, la última científica

Una Leica MD-2, basada en la Leica M4-2
Una Leica MD-2, basada en la Leica M4-2

Tras el fracaso comercial que supuso la Leica M5[xii], Leitz se vió obligada a retroceder un paso y regresar al diseño anterior de gran éxito que había sido la M4. Las nuevas cámaras, fabricadas en Canadá, fueron denominadas previsiblemente, M4-2, y su melliza científica, MD-2. Sin visor, ni provisión para autodisparador, ésta fue la última cámara producida por Leitz para uso científico, ya que las réflex, de la misma manera que desplazaron a las cámaras de visor directo en las preferencias del mercado, también se adueñaron del campo de la aplicación científica, técnica e industrial.

NOTAS


[i] Anton Van Leewenhoek, (…- …), científico holandés inventor del microscopio

[ii] Ernst Leitz (…-…). Recibido de ingeniero, realizó una etapa como aprendiz en el taller de relojería de Mattäus Hypp en Suiza, y luego entró como responsable de reducir los márgenes de tolerancia en la construcción de microscopios en la industria de Kellner.

[iii] Kellner (…-…), gran físico óptico alemán, había desarrollado a principios del S.XIX un diseño acromático para oculares de telescopios, conocido desde entonces como tipo Kellner. Gracias a las ganancias obtenidas al acertado diseño, que fue rápidamente adoptado por los astrónomos, fundó en 184… el Instituto Kellner de diseño óptico, dedicado a la fabricación de telescopios y microscopios. Con el explosivo avance de las ciencias biológicas, la demanda de microscopios en la segunda mitad del S.XIX rápidamente superó a la de telescopios, con lo que su instituto se adaptó a los requerimientos del mercado, abandonando en poco tiempo la fabricación de instrumentos astronómicos. A su muerte, su viuda se casó con su asistente, Berthele, cambiándole el nombre y las políticas de dirección a la empresa, volviéndola en poco tiempo improductiva y poco popular entre sus dependientes. A la muerte de Berthele, el ingeniero Erns Leitz adquirió la mayoría societaria, transformando a la empresa en el Optisches Institut von Ernst Leitz, germen embrionario de la actual Leica camera AG.

[iv] Oskar Barnack era ingeniero en el área de diseño de microscopios de la Carl Zeiss en Viena. En 1910, Leitz atrajo a un compañero suyo, ¿?¿?¿, a trabajar en Wetzlar, quien no dudó en recomendarlo acaloradamente a su nuevo patrón. Durante 1911 Leitz trató de atraer a Barnack a Wetzlar, cosa que logró no sin bastantes resquemores por parte del mismo, en 1912. Barnack, aficionado a la fotografía y de frágil salud debida a un asma pertinaz, estaba obsesionado con la idea de una cámara fotográfica lo suficientemente pequeña capaz de tomar muchasd fotografías sin tener que llevar consigo un carrito de negativos en placas de vidrio. La Leica y toda la fotografía en 35 mm del S.XX deben su nacimiento tanto al espíritu de empresario creativo de Ernst Leitz, como a los bronquios hiperreactivos de un amante de la fotografía.

[v] La Leitz era una empresa alemana, pero que tuvo desde sus comienzos una clara vocación internacional, con filiales tempranamente establecidas en Nueva York y Londres, y una red de distribuidores a nivel mundial, que incluyó a los famosos Tyranty en París, Lutz Ferrando en Buenos Aires y Lutz & Schultze en Montevideo. Después de la IIGM, incluso parte de su producción se descentralizó a los talleres de Ernst Leitz Canada en Midland (Ontario) y Ernst Leitz Porto (Portugal). Debido a esta temprana red de distribuidores mundial, se adoptó prácticamente desde el principio un sistema de catalogación de todos los productos según un código de 5 letras mayúsculas, fácilmente transmisible por telégrafo a la hora de realizar los pedidos a la central de Wetzlar. Hacia mediados de la década del ’60, esa práctica declinó en favor de un código de 5 cifras numéricas, que aún hoy está en uso.

[vi] Si bien la denominación de los modelos de Leica es clara y fácil de recordar para un iniciado, vale aquí aclarar algunos términos acerca de los modelos de uso general. Las primeras Leica que salieron a la venta en 1925 se denominaron solamente “Leica”, siendo éste un acrónimo de “LEItz CAmera”. En un principio, se había preferido “Leca”, pero ya existía una cámara “Eka”, con lo que los nombres se hubieran confundido en algunos mercados, especialmente el francés. En el mercado americano, este modelo fue denominado por motivos desconocidos “Model A”. A posteriori, con la aparición de las Leica con telémetro, denominadas “Leica II”, las que carecían de él fueron llamadas “Leica I”. Paralelamente, para el mercado americano, las “Compur” fueron llamadas “Model B”, las “I” con montura intercambiable “Model C”, las “II”, “Model D”, las “III”, “Model E”, y así sucesivamente hasta la IIIc de preguerra. Con la aparición de las IIIc de postguerra y modelos sucesivos, el mercado europeo y el americano unificaron las denominaciones. Por ello no deben confundirse la “Leica Ic” de postguerra con la “Leica I(C)” de 1932.

[vii] La “vulcanita” es el material con que las Leica estaban recubiertas hasta la M4-2 inclusive, a diferencia de muchas otras cámaras que utilizan cuero legítimo, cuerinas sintéticas o derivados vinílicos para su recubrimiento. Se trata de una compuesto de caucho vulcanizado directamente sobre el cuerpo de la cámara, que reproduce la textura de un cuero de cerdo de grano grueso, con diferentes patrones de textura según las épocas. En la inmediata postguerra, la dificultad de acceso a materiales derivados del caucho obligó a usar una diferente textura, similar a la de la piel del tiburón, y de ahí la denominación “shark-skin”.

[viii] Como confirmación de esto, nunca se lanzaron al mercado masivo “objetivos para medio cuadro”, aunque se fabricó en mínimas cantidades un Elmar 35/2.8 con cobertura para el formato de 18×24 mm, y grabado de manera acorde en su anillo frontal.

[ix] No nos referimos aquí a las nuevas MP (lanzadas al mercado tras la última M6 TTL en el año 2001), sino a las MP “originales”, es decir las 311 fabricadas entre 1956 y 1957, derivadas de la M3 bajo pedido, según cuenta la leyenda, de un grupo de reporteros gráficos de la revista LIFE, y de las agencias Magnum y Sigma Press.

[x] En el mundo Leica, la palabra “batch” se refiere a una tirada de producción en serie, generalmente del mismo modelo y generalmente con números de serie consecutivos. Habitualmente, todas las cifras que se desgranan del examen de las listas de “batches” de fabricación son aproximadas, ya que las partidas de números de serie se reservaban para un determindao batch, aunque no se construyera ese número de cámaras. Hay por lo tanto batches que constan de más números de serie que cámaras. Lo inverso generalmente no se verifica.

[xi] El retinógrafo es un aparato de uso oftalmológico que permite la fotografía en secuencia del fondo de ojo, para registrar el paso de un colorante (fluoresceína) a través de la circulación retiniana. Su invención en 1961 fue seguida por una rápida expanción de su uso gracias a la notable utilidad para el diagnóstico de lesiones de todo tipo en el fondo de ojo.

[xii] En 1978, Leitz discontinuó la M4 en favor de un diseño totalmente diferente, lanzado al mercado como “Leica M5”. Esta cámara, aunque incluía notables avances respecto de las cámaras anteriores, como medición exposimétrica TTL con display de la velocidad de obturación en el visor y un visor con cinco líneas de encuadre, adolecía del “grave” defecto de ser bastante más grande en sus dimensiones que la clásica M4. Conjuntamente a la caída de interés del mercado profesional por las cámaras de visor directo, la relativa caída en las ventas casi llevó a la Leitz a la quiebra. El relanzamiento de la M4 como M4-2 y poco después M4-P (ambas fabricadas en la planta de Midland, Canadá), salvó las finanzas de la empresa hasta la aparición de la M6, que mantuvo el formato clásico y esperable para una Leica M.

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